Nací en Valdeorras, en una villa con nombre de Barco, un Jueves del verano del 97. Mi madre y mi padre decidieron que todxs me llamarían Laura. De pequeña me gustaba pintar, decían que era tímida y de mayor quería ser arqueóloga. Empecé un diario con 5 años; a los 13 empecé a escribir, para mí misma en realidad. A punto de volar del nido se convirtió en parte de mí sin darme cuenta, sin un por qué. Eché a volar y acabé en la ciudad condal, casi una antropóloga. Pero la morriña me devolvió a la ciudad herculina. Nunca dejé de respirar sobre un papel, a veces en un blog.
Este libro es una porción de una ilusión, un pellizco de una realidad; de mí para ti.
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